Inauguración: sábado 07.10.23
19:00h
Del 07.10.23 al 16.12.23
Sala A

 

Fundirse en ficciones

De Argentina a México, de Dubai al Louvre, de Angola a Machu Picchu, de Bolivia a Benarés, de Barcelona a La Plata. Siempre en tránsito, de un lado para el otro, entre conexiones y escalas, recolectando mitos, leyendas, episodios cotidianos tan reales como imaginarios. Todos esos derroteros están presentes en sus telas.

Están en los pliegues que se imprimieron al doblarlas para que, como él y junto a él, viajen en una valija de una orilla a otra, pasen fronteras, aduanas y tramiteríos. Aunque son de una escala importante, tal vez demasiado para tanta travesía, se las ingenió para transportarlas sin costear exceso de equipaje. Pero ese no era su objetivo, sino compendiar esos recortes de mundo que esbozó, memorizó y, luego, pintó sobre superficies elásticas y ligeras.

Están en las transformaciones sensibles provocadas por ese soporte que, de acuerdo a cómo se lo presente, porta la capacidad tanto de transparentar como de robustecer las figuras que sobre él se inscriben. No opta por una de las dos cualidades, adopta la versatilidad. En esta muestra, se perciben con contraste y vibración. En la sala, suspendidas en el espacio se convierten en corporalidades translúcidas por donde se cuelan las formas de la arquitectura. Materialidades volátiles que dejan ver su envés y sugieren recorridos cultuales. Dicha apariencia no es competencia solo del soporte, lo es también por su técnica. El trazo, la tinta, la acuarela diluída. Son capas de veladuras cálidas que dejan ver las líneas del lápiz, el montaje de valores lumínicos, las rebabas de una pintura indisciplinada a la que se le permite ir un poquito más allá de sus márgenes.

Están de manera manifiesta en la fusión de un archivo donde se mezclan la religiosidad, el realismo mágico y la locura. Esa inabarcable usina de diversos porvenires y tiempos que transporta consigo, se encuentra y se tensiona en cada una de las obras que componen la serie, realizada entre 2022 y 2023. Sin ajustarse a un modelo y dejando de lado cualquier relación con un programa iconográfico establecido, las pinturas de Daniel Toso reúnen imaginarios, fantasías y animismos. Su singular universo pictórico parece ligarse a un trabajo de interpretación y de escucha que ancla en la relectura de ceremonias hinduistas, ritos vudú y rituales mesoamericanos; en la reinterpretación de relatos sobre figuras míticas; en la congregación seres antropomorfos en trance, animales sagrados, y referencias a la historia del arte y a las distopías que nos dejó la literatura del siglo pasado.

Estar en el lugar, implicarse y detener la mirada. Prolongar esa experiencia y hacer de ella una forma. Así describe Didi-Huberman (2013) aquello que Benjamin admiraba del trabajo de Atget, su extraña capacidad para fundirse en las cosas. En sus palabras: “Ver sabiéndose mirado, concernido (…). Y todavía más: quedarse, mantenerse, habitar durante un tiempo en esa mirada, en esa implicación. Hacer durar esa experiencia. Y luego (…) desplegar una obra visual” (2013). En esta línea se ubica el trabajo de Toso, como esa singularidad de volver a revisar lo que supuestamente ya se conoce, removiéndolo sin sobresaltos, moldeándolo desde tonalidades fuera del cánon, desde pigmentos pasteles, livianos y rosados. En fin, fijando repertorios espaciales y temporales propios y diversos que proliferan y se bifurcan.

Natalia Giglietti

 

Daniel Toso (La Plata, 1962). Es arquitecto por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), cursó la Licenciatura en Artes Plásticas en la Facultad de Artes de la UNLP. Es magíster en Arte Urbano por la Escuela San Carlos, Escuela Nacional de Artes Plásticas, División de Estudios de Posgrado, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y obtuvo el diploma de estudios avanzados (DEA, Departamento de Doctorado) en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. Trabaja proyectos en distintos medios como la fotografía, instalaciones, video, escultura, pintura, acciones performativas. En su producción artística trabaja con temas sociales y políticos así como la relación entre el espacio público y el mundo personal e investiga los canales de información y la forma en que fueron utilizados para censurar información o promulgar ideas. Con obras de contenido, dimensiones y materiales muy diversos, giran en torno a una experiencia personal a lo largo de más de treinta años de actividad como artista y trabajos de producción en espacios culturales en numerosos países. Toso ubica sus obras en el interior de un cuerpo de experiencias y preocupaciones concretas sobre las tradiciones y mitos (memorias selectivas), la cultura de nuestro tiempo (concentración de poder, consumo e insatisfacción) y los deseos de un futuro mejor que no parece concretarse.